Sunday, October 28, 2007

¡QUEREMOS JALOGÜIN! ´07 V: RESUCITE PARA MATARLOS.


Seguimos, hijos de…la noche, aquí continuamos con los anuales posts de Hallowe’en o Samhain, muchas gracias por sus muchos comentarios.
Como ya he comentado anteriormente, soy un gran fanático de los Mitos de Cthulhu y todo lo que les rodea.
Pero, en un tono mas ligero, en este post, les presento una increíble historia corta, homenaje / parodia de uno de los mas grandes escritores de fantasía de de nuestros tiempos, el igualmente increíble Neil Gaiman, el cual tal vez conozcan por su obra en SANDMAN, DEATH, BOOKS OF MAGIC, y STARDUST para DC comics, 1602 y ETERNALS, para Marvel, novelas como AMERICAN GODS, GOOD OMENS (Con Terry Pratchet), MIRACLE MAN…y párale de contar.

La historia de llama: YO, CHTULHU y es una especie de entrevista al Dios Oscuro que hasta cierto punto analiza y explica el personaje, pero con el clásico humor ingles.

Ya que no puedo asegurar que todas las personas que leen este blog, leen o hablan ingles, me tome la libertad de traducirla, y creo que no lo hice tan mal.

También chequen las imágenes que puse…mi favorita es la del bebe con disfraz de Cthulhu.


YO, CTHULHU:


O, ¿qué está haciendo una cosa cara-de-tentáculo como yo en una ciudad sumergida como esta (Latitud 47 ° 9’ S, Longitud 126 ° 43’ W)? 

Por Neil Gaiman (Traducción de Rodrigo Álvarez Juárez. Esquire)

I
Cthulhu, me llaman. Gran Cthulhu.

Nadie puede pronunciarlo correctamente.

¿Estas escribiendo todo esto? ¿Cada palabra? Bien. ¿Por donde deberé de comenzar? 

Muy bien, entonces. El Principio. Escribe esto, Whateley. 

Fui engendrado hace incontables eones, en las oscuras brumas de Khhaa’yngnaiih (No, no se como se deletrea, escríbelo como suene) de pesadillescos padres sin nombre, bajo la luna creciente. No era la luna de este planeta, por supuesto, era una luna de verdad. En algunas noches llenaba más de la mitad del cielo mientras se elevaba y podías ver como la sangre carmesí goteaba y chorreaba de su rostro abotagado, manchándola de rojo, hasta que estaba en su cenit y bañaba los pantanos y torres de una luz roja, muerta y sangrienta.

Que tiempos aquellos.

O, mejor dicho, las noches, en general. Nuestro lugar tenía una especie de sol, pero era viejo, aun para entonces. Recuerdo que en la noche que finalmente exploto, todos serpenteamos hacia la playa para ver. Pero me estoy adelantando.

Nunca conocí a mis padres.

Mi padre fue consumido por mi madre en cuanto la fertilizo, y ella, a su vez, fue devorada por mi al momento de mi nacimiento. Sucede que ese es mi primer recuerdo. Retorciéndome para salir de mi madre, su sabor gomoso sigue en mis tentáculos.

No te muestres tan espantado, Whateley. Yo encuentro a los humanos igual de asquerosos.

Lo que me recuerda ¿Se acordaron de alimentar al Shoggoth? Creo que lo escuche farfullar.

Pase mis primeros miles de años en esos pantanos. Eso no me gustaba, por supuesto, ya que era del color de una trucha joven y como de cuatro o cinco pies de longitud. Pasaba la mayor parte del tiempo arrastrándome hacia cosas y comiéndomelas, y, a la vez, evitando que algo se arrastrara hacia mí y me comiera.

Y así paso mi juventud.

Entonces, un día – Creo que fue un martes – Descubrí que había mas en la vida que la comida. (¿Sexo? Por supuesto que no. No alcanzare esa etapa hasta mi siguiente estivación, tu mísero planeta llevaría mucho tiempo helado para entonces). Fue ese martes cuando mi Tío Hastur serpenteo hacia mi lado del pantano con sus quijadas cerradas.

Y con esto quiero decir que no tenia intenciones de cenar en esa visita, y que podíamos hablar.

Ahora, esa es una pregunta estupida, aun para ti Whateley. No estoy usando ninguna de mis bocas para comunicarme contigo ¿verdad? Muy bien. Otra pregunta como esa y encontrare a alguien mas para relatarle mis memorias. Y tú estarás alimentando al Shugooth.

“Vamos a Salir” me dijo Hastur. “¿Nos quieres acompañar?”

¿”Nos”? pregunte “¿Quiénes mas van?”

“Yo”, dijo, Azathoth, Yog-Sothoth, Nyarlathotep, Tsathogghua, Ia! Shub Niggurath, el joven Yuggoth y algunos mas, ya sabes, los muchachos.” (Esto te lo estoy traduciendo libremente, Whateley, tu comprenderás. La mayor parte de ellos son a- bi o trisexuales, el viejo Ia! Shub Niggurath tiene por lo menos mil crías, o eso dice. A esa rama de la familia se le da mucho la exageración. ) 

“Vamos a salir” concluyo “Y nos preguntábamos si estabas de humor para algo de diversión”.

No le conteste en el momento. A decir verdad, no me caían muy bien mis primos y gracias a una extraña distorsión de los planos, siempre he tenido grandes problemas para verlos con claridad. Tienen la tendencia a verse borrosos en sus bordes, y, algunos de ellos – Sabaoth, por ejemplo – tiene muchos y muy grandes. 

Pero era joven y hambriento de emociones. “Tiene que haber algo mas en la vida” Podría haber gritado mientras los deliciosamente fétidos y ofensivos olores del pantano se enmiasmaban a mi alrededor y escuchaba al ngau-ngau y a los zitadors aullando y ululando. Dije que si, como podrán adivinar, y rezume detrás de Hastur hasta que llegamos al punto de reunión.

Recuerdo que pasamos la siguiente luna discutiendo a donde iríamos. Azathoth tenia el Corazón puesto en la distante Shaggai, y Nyarlathotep le tenia ganas a El Lugar Inenarrable (No puedo pensar en una razón para eso. La última vez que estuve allí todo estaba cerrado). A mi me daba igual, Whateley. Cualquier lugar húmedo y sutilmente erróneo y yo me sentiría en casa. Pero Yog-Sothoth tuvo la ultima palabra, como siempre, y terminamos en este plano.

¿Ya conociste a Yog-Sothoth, verdad, mi pequeña bestia bípeda? 

Eso pensé.

El Abrió el camino para que nosotros llegáramos aquí.

Para ser honesto, no lo pensé mucho. Aun no lo hago. De haber sabido de los problemas que tendríamos, dudo que me hubiera molestado. Pero era mas joven entonces.

Recuerdo que nuestra primera parada fue la tenue Carcosa. Ese lugar hacia que me cagara del susto. Actualmente puedo ver a tu especie sin estremecerme, pero toda esa gente, sin una sola escama o seudópodo entre ellos, me daban escalofríos.



El Rey vestido de Amarillo fue a el primero que conocí.

El Rey desarrapado. ¿No has escuchado de el? En el Necronomicon, en la pagina 704, (de la edición completa) insinúa su existencia, y no creo que ese idiota de Prinn lo mencione en sus “De Vermis Mysteriis”. Aunque claro, también esta Chambers.

Agradable muchacho, una vez que te acostumbras a el.

El fue el que me dio la idea primero.

“¿que se puede hacer en esta deprimente dimensión, en nombre de los innombrables infiernos? Le pregunte.

El se rió. “ Cuando llegue aquí la primera vez, siendo un mero color caído del cielo, me hice la misma pregunta”, me dijo “Luego descubrí lo divertido que puede ser conquistar estos mundos raros, subyugar a sus habitantes, hacer que te teman y adoren…es un relajo” 

“Aunque claro, a Los Antiguos no les parece”

“¿los antiguos?” Pregunte.

“No” dijo “Los Antiguos. Con mayúsculas. Tipos graciosos. Como barriles con cabeza de estrella de mar con grandes alas para volar por el espacio”
“¿Volar por el espacio?... ¿Volar?” Me encontraba impactado. Yo creía que ya nadie volaba en estos días. ¿Para que molestarse en volar cuando se puede reptar, eh? Ya veo por que los llaman los antiguos…Perdón…Los Antiguos.
¿Qué más hacen estos Antiguos? Pregunte al Rey.

(Te platicare mas tarde sobre reptar, Whateley. No tiene sentido, a decir verdad. No tienes wnaisngh’ang. Aunque tal vez accesorios para jugar bádminton serviría casi igual) (¿En que estaba? Ah, si).

¿Qué más hacen estos Antiguos? Pregunte al Rey.

“No mucho” explico “Pero simplemente no les gusta que nadie mas lo haga”
Ondule, retorcí mis tentáculos como diciendo “He conocido seres iguales en mis tiempos”, pero me temo que el mensaje se perdió con el Rey.

¿Conoces algunos lugares prestos para la conquista? Le pregunte.

Agito vagamente su mano en dirección de un pequeño y mísero montón de estrellas. “Hay uno por allá que tal vez te guste” Me dijo “Se llama Tierra, medio olvidado, pero con mucho espacio para maniobrar”

Pobre idiota.

Eso es todo por hoy, Whateley. 

Dile a alguien que alimente al Shoggoth al salir.

II
¿Ya llego la hora, Whateley?

No seas ridículo. Se que mande por ti. Mi memoria esta tan bien como siempre.
Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fthagn.

¿Si sabes lo que eso significa, verdad?

En su morada de R’lyeh, Cthulhu, muerto espera mientras sueña.

Y no exageran, no me he sentido muy bien últimamente.

Es broma, uní céfalo. ¿Estas escribiendo todo esto? Bien. Sigue escribiendo. Se en donde nos quedamos ayer.

R’lyeh. 

La Tierra.

Eso es un ejemplo de cómo los idiomas cambian el significado de las palabras. Incoherencias. No lo soporto. Alguna vez R’lyeh fue La Tierra, o por lo menos la parte de ella en la que me paseaba al principio. Ahora solo es mi casita, aquí Latitud 47 ° 9’ Sur, Longitud 126 ° 43’ Oeste.

O Los Antiguos. Ahora nos llaman a nosotros Los Antiguos. O Los Grandes Antiguos, como si no hubiera diferencia entre nosotros y los chicos barril.

Incoherencias.

Así que llegue a La Tierra, y en esos días era mucho más húmedo de lo que es ahora. Era un lugar maravilloso, los océanos eran tan ricos como sopa y me llevaba maravillosamente con la gente. Dagon y los muchachos (literalmente, esta vez). Todos vivíamos en el agua en esos tiempos locos, y, antes de que puedas decir “Cthulhu fthagn” ya los tenia construyendo, esclavizando y cocinando. Y siendo cocinados, por supuesto.



A propósito, te quería contar algo. Una historia verdadera.
Estaba este barco, navegando los océanos. Un crucero en el Pacifico. Y en esta nave había un mago, un hechicero, cuya función era entretener a los pasajeros. Y había un perico en el barco.

Cada vez que el mago hacia un truco, el perico lo arruinaba. ¿Cómo? 

Diciéndoles como lo hacia. “Se lo metió a la manga” graznaba el perico, o “Tiene las cartas marcadas” o “el baúl tiene doble fondo”.

Y eso no le gustaba al mago.

Finalmente, llego la hora de el truco mas grande.

El mago lo anuncio.

Agito sus brazos.

En ese momento la nave zozobro y de ladeo.

La sumergida R’lyeh surgió bajo ellos. Hordas de mis sirvientes, horripilantes hombres-pez, invadieron como enjambre la cubierta, atraparon a los pasajeros y tripulación y los arrastraron con ellos bajo las olas.

R’lyeh se hundió de nuevo bajo las aguas, esperando el momento cuando el Gran Cthulhu surja de nuevo y reine supremo.

Solo, en las malsanas aguas, el mago – Pasado por alto por mis tontos secuaces batracios, por lo cual pagaron el precio – flotaba, aferrado a un madero, totalmente solo. De pronto, noto sobre el una pequeña silueta verde, esta descendió finalmente, posándose en una trozo de madera a la deriva, y logro ver que era el perico.

Este ladeo su cabeza y, mirando con soslayo al mago, le dijo:

“Muy bien” dijo “Me rindo… ¿Cómo lo hiciste?” 

Por supuesto que es una historia verdadera, Whateley.

¿Podría el oscuro Cthulhu, que se deslizo de las negras estrellas cuando tus mas bizarras pesadillas se amamantaban de la seudo mamas de sus madres, que espera por el momento en que las estrellas se alineen para salir de su sepulcro-morada, revivir a los fieles y restaurar su reinado, que espera para enseñar de nuevo los supremos y lascivos placeres de la muerte y el debacle…mentirte?

Claro que si.

Cállate Whateley, estoy hablando, no me importa si ya te la sabias.

Nos divertíamos en aquellos días, masacres y destrucción, sacrificios y condenación, pus, baba y limo, y juegos malditos sin nombre. Comida y diversión. Era una gran fiesta y a todos les encantaba, excepto a aquellos que se hallaban de pronto en una estaca de madera entre un trozo de queso y piña.

Oh, si que había gigantes sobre La Tierra en esos días.

Pero no duraría por siempre.

Bajaron de los cielos, con alas membranosas y reglas y normas y rutinas y sabrá Dho-Hna que tantas formas que llenar y cuadriplicar. Pequeños Burro-cratas banales, todos ellos. Lo sabrías con tan solo verlos: Cabezas de cinco puntas- todos ellos tenían cinco puntas o brazos o lo que sea en sus cabezas, (que, debo añadir, estaban siempre en el mismo lugar). Ninguno de ellos tenía la imaginación de hacerse 3 o 6 o 202. Cinco, siempre.

Sin ánimo de ofender.

No nos caímos bien.

No les gusto mi fiesta.

Golpetearon las paredes (metafóricamente hablando). No les prestamos atención. Después se enojaron. Discutieron. Se Quejaron. Pelearon.

“Muy bien” dijimos “¿Quieren el Mar?, quédense con el. Nosotros nos mudamos a la tierra firme – que era más bien pantanosa, entonces - y construiremos gigantescas y monolíticas estructuras que empequeñecerán a las montañas”
¿Sabes que acabo a los dinosaurios, Whateley? Nosotros. En una parrillada.

Pero esos aguafiestas de cabezas puntiagudas no nos podían dejar en paz. Intentaron mover el planeta mas cerca del Sol - ¿o era mas lejos?, nunca les preguntamos, lo siguiente que supimos era que estábamos de vuelta en el mar.
Solo te queda reír…

A La Ciudad de Los Antiguos le fue peor, odiaban lo seco y frío, al igual que sus criaturas. De pronto se encontraron en la Antártica, seca como un hueso y fría como las perdidas planicies del tres veces maldito Leng.

Aquí termina la lección de hoy , Whateley.

Y por favor, ¿Podrías conseguir a alguien que alimente al carajo Shoggoth?

III

(Los profesores Armitage y Wilmarth están convencidos de que, por lo menos, 3 páginas están extraviadas del manuscrito a este punto, de acuerdo a la longitud del texto, he de estar de acuerdo) 

Las estrellas cambiaron, Whateley.

Imagina tu cabeza separada de tu cuerpo, dejándote como un bulto de carne en una fría losa de mármol, parpadeando y sofocándote. Así fue más o menos. La fiesta termino.

Nos mato.

Así que, esperamos aquí abajo.

Terrible, ¿no?

No del todo, no me importa un terror innombrable, puedo esperar.

Me siento aquí, esperando, temiendo y soñando, viendo como los imperios-hormiga del hombre surgir y caer, resplandecer y derrumbarse.

Uno de estos días – tal vez mañana, tal vez después de más mañanas que tu débil mente puede abarcar – las estrellas se arreglaran correctamente en los cielos y la era de la destrucción caerá sobre nosotros: Surgiré de la profundidad y ejerceré mi domino sobre el mundo una vez mas.

Disturbio y debacle, sangre-alimento y maldad, eterno crepúsculo y pesadilla y los gritos de los muertos y no-muertos, y los cantos de los fieles.

¿Y después?

He de dejar este plano, cuando este mundo este frío como ceniza y orbite un sol sin luz. Retornare a mi propio lugar, en donde la sangre gotea por las noches sobre la faz de la luna que se hincha como el ojo de un marinero ahogado, y he de estivar.

Y me apareare, y al final, sentiré una agitación dentro de mi y sentiré como mis pequeños devoran su camino hacia afuera, hacia la luz.

Um.

¿Estas escribiendo esto, Whateley?

Que bueno.

Bueno, eso es todo. Fin. Se termino el cuento.

¿Sabes que vamos a hacer ahora? Es verdad.

Vamos a alimentar al Shuggoth.

Nos seguimos leyendo...

2 comments:

TOMCODY75 said...

Probando...probando

Ah..ok...entonces SI se puede, fisicamnte hablando, poner comentarios...

Mmmm....

Interesante.

The Usual Stuff said...

Orale, si mas parece texto de Terry Pratchett. Se nota que algo se le pego. Los muñequitos estan de risa loca.