¡Un momento…! Este…este NO es un Tronco de Arbol…
Así que... estaba leyendo en IO9 un artículo en donde les pidieron a los lectores que compartieran algún momento de Ci Fi que hayan compartido con sus padres. Tengo uno, y como me da hueva escribir todo esto en inglés, y está muy largo para subirlo a Facebook…entonces, aquí vamos.
No voy a ahondar en la relación que tenía con mi difunto padre porque no me gusta mucho hablar de mi vida personal, pero diré que fue dispareja, a decir lo menos.
Cuando era niño, pasaban películas de monstruos, ciencia ficción u horror viejitas en canal 11 los domingos en la mañana, parecía que por lo menos una vez al mes pasaban KING KONG...y siempre la veía porque KONG es la recontrachingada Octava Maravilla Del Mundo y NADIE lo puede negar. Cada vez que la veíamos con él y mis hermanos, nos contaba que de niño, vendía dulces dentro de un cine en Aguascalientes, y le toco verla en el estreno. Nos decía que era una maravilla y que la gente salía fascinada y, como él decía en su muy particular estilo: "era una cosa de pegar de gritos". Toda la vida le envidiare que vio el original KONG en la pantalla grande en el tiempo y con el público correcto, cuando el cine era un espectáculo extraordinario y una experiencia nueva y fresca.
Gracias a esas anécdotas de mi padre, nació en mí la necesidad de descubrir y experimentar cosas asombrosas y únicas que se pudieran convertir en recuerdos y experiencias que pudiera compartir y re visitar con alegría y entusiasmo.
También, cuando pasaban películas de terror con momias, vampiros y hombres lobos, pretendía estar asustado y gritar del susto. Eso me divertía.
Y era más fácil convencerlo al de comprarme una figurita de STAR WARS cuando lo acompañaba al súper que cuando iba con mi mama o mis hermanos. Supongo que eran baratas.
Siempre que pensado que no importa cuánto tiempo y pasión le dediquemos a nuestros hobbies y aficiones, si no tenemos con quien compartirlas, no valen ni un centavo ni un minuto que les dediquemos.
Sería bueno tener un día un hijo con quien compartir y re descubrir todo esto que me encanta, pero mientras tanto, a todos aquellos hombres que si tienen con quien hacerlo y lo hacen, les deseo un Feliz día del Padre.
Y al buen Don Nacho, que me enseño muchas cosas buenas y otras tantas no tan buenas. Salud allá por donde ande jugando domino, comiendo tacotes de barbacoa, “Cubas” de Bobadilla 103 y espantándose con los aullidos de Lon Chaney Jr.
¡Nos leemos!